
Cajeta de Celaya
El dulce tradicional que conquista paladares. Hablar de la cajeta de Celaya es hablar de uno de los dulces más representativos de México. Elaborada principalmente con leche de cabra, azúcar y canela, esta delicia originaria del estado de Guanajuato se ha ganado un lugar en las mesas de todo el país.
La cajeta no solo es un postre, es también parte de la identidad cultural y gastronómica de México. Su textura suave, su sabor caramelizado y su versatilidad la convierten en un producto único que se disfruta tanto solo como en panes, postres y helados.
En este artículo conocerás su historia, cómo se elabora, las variedades más comunes y dónde encontrar la mejor cajeta de Celaya.
Origen de la cajeta de Celaya
La historia de la cajeta se remonta a la época colonial. En el siglo XVI, cuando llegaron los españoles a la región del Bajío, introdujeron la leche de cabra, pues este animal se adaptaba mejor a las condiciones climáticas de la zona que las vacas.
En la ciudad de Celaya, Guanajuato, comenzaron a elaborarse dulces a base de leche de cabra y azúcar, que con el tiempo evolucionaron hasta convertirse en la cajeta que conocemos hoy. Su nombre proviene de las cajas de madera, llamadas “cajetes”, en las que se envasaba originalmente para transportarla y conservarla.
Cómo se elabora la cajeta de Celaya
El proceso de preparación es un arte que combina paciencia y técnica.
- Leche de cabra fresca: base fundamental de la cajeta.
- Azúcar y piloncillo: aportan dulzor y profundidad de sabor.
- Canela y vainilla: ingredientes que complementan el aroma.
- Cocción lenta: la mezcla se hierve en cazos de cobre durante varias horas hasta que espesa y adquiere un tono dorado intenso.
El uso de cazos de cobre es clave, ya que permite una cocción uniforme y un sabor más concentrado. El resultado es una pasta dulce, suave y con notas acarameladas que distinguen a la cajeta de Celaya de cualquier otro dulce similar en el mundo.
Variedades de cajeta de Celaya
Aunque la versión clásica es la más conocida, existen distintas presentaciones:
- Natural: la más pura, solo con leche de cabra y azúcar.
- Quemada: de color más oscuro, con sabor intenso y ligeramente tostado.
- En envinada: con un toque de licor, ideal para postres sofisticados.
- En combinaciones modernas: mezclada con nueces, chocolate o incluso café.
Esta diversidad permite disfrutar la cajeta de Celaya en distintas formas y para todo tipo de paladares.
Usos de la cajeta de Celaya en la cocina
La cajeta es sumamente versátil. Estos son algunos de sus usos más comunes:
- Untada en pan dulce, tortillas de harina o galletas.
- Como relleno de churros, crepas o empanadas dulces.
- En la preparación de helados artesanales y nieves.
- Como cobertura de flanes, pasteles y gelatinas.
- En bebidas calientes, como el café de olla o atoles.
En Celaya, es común encontrarla en ferias y mercados, servida en obleas o envasada en pequeños frascos listos para llevar.
Cajeta de Celaya en la cultura mexicana
La cajeta ha trascendido como un emblema de identidad regional. En 2010, durante las celebraciones del Bicentenario de la Independencia, fue declarada Patrimonio Cultural de los Mexicanos, reconociendo su importancia histórica y cultural.
Este dulce ha sido parte de generaciones enteras y se mantiene vigente en la vida cotidiana, desde los desayunos hasta los postres de celebraciones especiales.
¿Dónde comprar la mejor cajeta de Celaya?
Si visitas Guanajuato, especialmente la ciudad de Celaya, encontrarás múltiples opciones:
- Fábricas tradicionales: como “La Tradicional de Salgado” y “La Vencedora”, con más de un siglo de historia.
- Mercados locales: donde se venden versiones caseras en envases de vidrio o de madera.
- Ferias gastronómicas: como la Feria de la Cajeta y el Dulce en Celaya.
- Tiendas en línea: muchas marcas ofrecen envío nacional, lo que permite disfrutar de la auténtica cajeta desde cualquier rincón de México.
Cajeta de Celaya frente a otros dulces de leche
A diferencia del dulce de leche argentino o la arequipe colombiano, la cajeta tiene un sabor más profundo y una textura ligeramente más espesa gracias a la leche de cabra y la cocción en cobre. Este detalle hace que la cajeta de Celaya tenga un lugar especial entre los dulces lácteos del mundo.
Consejos para conservarla
- Mantenerla en un frasco de vidrio bien cerrado.
- Guardarla en un lugar fresco y seco.
- Consumirla en un lapso de 3 a 4 semanas después de abrirla.
- Si está refrigerada, calentar ligeramente antes de usar para recuperar su textura cremosa.
La cajeta de Celaya es mucho más que un dulce: es un legado cultural y un símbolo del ingenio mexicano. Desde sus orígenes coloniales hasta su reconocimiento como patrimonio nacional, este manjar ha sabido mantenerse vigente gracias a su sabor único y su versatilidad en la cocina.
Ya sea untada en pan, como relleno de postres o simplemente a cucharadas, la cajeta de Celaya continúa conquistando paladares y llevando un pedacito de Guanajuato al mundo.